"Virgen Mediadora"
70 x 60
Acrílico / tabla
2006
2006
Representar conceptos e ideas siempre es un reto para un
artista, pero muchas veces la inspiración surge de lo que nos rodea, en su
estado más natural y cotidiano. Eso es lo ocurrido al pretender representar a
María en su advocación de Mediadora.
Primero situar la escena en el momento de
más ternura de sus vidas, la infancia. Luego, buscar la representación más
idónea.
¿Qué haría la Madre para pedir cosas por sus hijos ante su Hijo? Pues
lo que haría toda madre, achucharlo, traerlo hacia Sí misma y susurrarle las
peticiones que tiene, con todo el amor y confianza del mundo. La mirada cómplice mientras le habla a su Hijo demuestra
que siempre podremos recurrir a Ella para depositar nuestra esperanza. Mientras,
Jesús Niño nos bendice sin poder evitar perder un poco la compostura ante el
cariño y las súplicas de su Madre, y sus naturalezas ceden ante el “no tienen
vino”, ante el abrazo de su Madre, que nunca buscará nada que vaya contra los
designios divinos, como cooperadora suya que es.
El
lenguaje empleado en el conjunto de este trampantojo, donde el marco participa
también de la obra, recuerda la simbología cromática de algunos cuadros del
barroco. Junto con la pose de las efigies se confiere así un tratamiento actual
a una de las escenas más representadas de la historia del Arte.
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